viernes, 4 de julio de 2014

Trapunto y aplicación

En la entrada de hoy os contaré como pude llegar a esta imagen:


Es un bloque  realizado con tela de lino, color crudo, decorado con una aplicación de tela blanca bordada a máquina.
En la colcha hay un total de ocho bloques semejantes a este.
No puedo precisar la antigüedad de los bordados que he usado, aproximadamente se hicieron sobre 1920-1930. Pertenecían a la sabana de novia de mi abuela., JOSEFA GREGORI ,  los bordados los hizo su hermana CARMEN GREGORI,  os hable de ellas en   Artesania en Campillo de Arenas.
En esa entrada también nombre a  mi tía  PURI MILLA  y a PAQUI GREGORI .Ellas se encargaron de hacerme llegar  los bordados de la casa de mi abuela y los encajes y bordados de la casa de mis bisabuelos, así como herramientas y utensilios de labores. 
Crecí viendo esta sabana en la casa de mi abuela, la tela se gastó por el uso, pero los bordados se mantuvieron .   Me pareció que era el momento de recuperar y darle una nueva utilidad  a la vieja sábana, a la que tanto cariño le tenía. 
Empecé por recortar la tela, separando  los distintos motivos:




No sabía que forma le podía dar a las aplicaciones. Opte por calcar en papel vegetal las siluetas de los bordados y dibuje contornos inventando formas:



Preparé las piezas para aplicarlas a mano, le pedí ayuda a Raquel (Propietaria de La Rueca), y me enseño como tenía que hacer las puntadas que llaman invisibles,  mi forma de coser era demasiado visible:


Estaba tan enfrascada en el trabajo que no me dí cuenta de hacer fotos de esta fase.
Las siguientes imágenes representan dos aplicaciones que no use en la colcha, pero valen para ilustrar lo que os estoy contando:



Cuando las tuve cosidas a puntada escondida, vacié, recortando  la tela que queda detrás del motivo aplicado:


También quité la entretela para que se apreciara el fondo del calado: 


No quería que se viera la guata al montar el top,  por eso intercalé trozos de tela blanca de la sábana.


En el esquema que hice al principio había dibujado ocho rombos enteros y otros ocho rombos partidos que irían adornados con puntillas y bordados más pequeños que los que os he descrito anteriormente.
En este punto no conseguía avanzar. 

Calculé los metros de encaje que me hacia falta (10m), busque en mi caja de tesoros y encontré lo que necesitaba, los tenía guardados para hacer dos juegos de sábanas:


Pero no quedaban bien.  Se perdían al adaptarlos a los rombos.
¡ufff!¡Yo si que estaba  perdida!

No encontraba la forma para hacer los bloques que faltaban,  entonces, me dedique a dibujar los posibles acolchados:



Seguía sin encontrar soluciones, decidí parar y distraerme con otras cosa.

Me puse a mirar  unas fotos que me mando mi hija del techo de la Sagrada Familia de Gaudi y al llegar a  la siguiente me quedé parada un buen rato contemplando como destacaban las luces :


Me impresionaron los tonos blancos-azulados que enmarcan a los tostados.
¡Que luces! me repetí varias veces.
Y como no se me iba de la cabeza la colcha..... os podéis imaginar el siguiente paso:
"Buscar luces".
La siguiente frase puede explicar perfectamente la situación:


Se me ocurrió que la forma de potenciar los blancos de las aplicaciones  era intercalarlas  con
puntillas muy blancas y sin ningún bordado más.
Busque hasta dar con esta:


Perfecta, tenía todo: el algodón más blanco que pude encontrar y además la trama del encaje representaba rombos, motivo que se repite en toda la colcha:


Y ¿Porqué no, en el interior del bloque?:.


Acolche de día:


De noche:


Horas y más horas. Atila me miraba con cara de ¿cuando paramos?


No paraba, estaba encantada con mi colcha. Experimenté técnicas en el acolchado que se me habían ocurrido mientras preparaba el curso que he impartido en La Rueca.

Conseguí pasar la aguja por el contorno de todos los bordados sin machacarlos:


Me había propuesto dar volumen a las muestras para que la atención recayera en los efectos que mi tía consiguió con su bastidor. 
¡Como me gustan estos bordados!
Las ocho muestras son diferentes entre sí,  no hay ni una puntada fuera de lugar, mientras cosía solo pensaba:
"Josefita no te los puedes cargar...."
No se si por casualidad, fui consiguiendo lo que me había propuesto, estaba feliz, ni notaba cansancio, ni dolor  de espalda; no había nada que me impidiera coser y coser, algún día hasta..... horas. Mejor no os digo cuantas.

PERO, como suele ocurrir en los experimentos, empezaron a saltar las sorpresas y la colcha o la casualidad impusieron  sus condiciones:


Al extender el trabajo sobre una cama comprobé que todo el diseño de plumas que había acolchado se perdió entre el acolchado de fondo. Tal cual un "amasijo de hilos". El lino tiene vida propia....

A partir de este momento yo deje de mandar en la colcha.

No penséis que con tantas costuras he perdido el sentido común:
¡OS CUENTO":

Repase tres veces con la máquina la silueta de las plumas, no quedaba como yo pretendía, pero al menos se intuía algo.
Seguí avanzando, añadí los cuatro triángulos equilateros al rombo, para obtener el cuadrado que da forma definitiva a la colcha.
Dibujé, con una plantilla, en cada esquina un rosetón, y esto fue lo ultimo que puede acolchar. Mi máquina se paro.
Comenté en LA RUECA,  que no podía  seguir cosiendo,  En ese momento "LAS MUESTRAS DE CARIÑO, INVISIBLES" empezaron a llegar.  La primera en ofrecerme su máquina nueva fue Raquel,  mis alumnas , también me ofrecieron las suyas. No hizo falta, porque Suso, me la puso a punto, esa noche pude seguir cosiendo hasta horas inconfesables. Al día siguiente la pobre máquina no pudo más.
Recurrí a mi vieja " SINGERITA" Os la presenté en este cuento.
Creo que los gatos de mi cuarto de costura oyeron rumores sobre el futuro de Singerita y se confabularon para que no la vendiera.
Con ella  no podía terminar la colcha con acolchado libre, pero,  sí podía con doble arrastre, y eso hice:



En los huecos más grandes encontré el lugar perfecto para los 12 nombres que tantas ganas tenía de plasmar. Las que practicáis el acolchado libre sabéis que  coser nuestro nombre es uno de los primeros ejercicios que se hacen para aprender, lo que quiere decir que es de los más fáciles,  Con las prestaciones de mi máquina Singer, no me podía arriesgar haciendo acolchados que hubiesen requerido más precisión:



Ya solo faltaba el remate. Lo hice con un semihilo marrón, acolchado con doble arrastre: 


Las esquinas las rematé con ingletes, aconsejada por Suso, él, los emplea en casi todos sus trabajos:


La historia de la colcha no terminó aquí. Cuando me disponía a enviarla para el concurso, vi unas manchas "HORROROSAS" de aceite. Durante mis frustrados intentos de hacer funcionar la máquina la ahogue en aceite y claro, contaminó las telas.
Con todo el miedo del mundo:
¡ lave la colcha !
¡Gua!
¡Qué bonito el acolchado!
Las telas encogieron como quisieron, empezaron a salir bollitos,  y también sorpresas:
"Las plumas se volvieron a perder entre las arrugas"
Solución :
"TRAPUNTO"
Emplee dos madejas de lana hasta conseguir esto: 









Mientras se secaba, Atila acechaba  no queria mirar a la cámara  estaba enfadado porque no podía estrenar la colcha:


Aquí lo veis, tranquilo, como si pensara:
¡Pero bueno, tantas horas dando la tabarra con la colcha y no la puedo usar!:


El resto de la historia ya lo conocéis.
Me he esforzado en escribir las tres últimas entradas del blog, un poco más que en otras ocasiones, por dos motivos:
Primero y principal, quería  expresar mi gratitud hacia todas las personas que han hecho posible esta colcha, no podía decir simplemente:
 " gracias",
sin vuestras muestras,  esto no se habría hecho realidad:


Y lo que hay detrás tampoco:


No me refiero a esto:


Estoy escribiendo sobre las  "MUESTRAS NO VISIBLES"

Nunca me había sentido tan apoyada, por mis alumnas, compañeros de trabajo, amigas y sobre todo por mi familia.

La segunda razón que me ha motivado a escribir detalladamente la historia de mi colcha, es porque me gustaría llamar vuestra atención  sobre  esos tesoros que tenéis en los baúles, esas herencias olvidadas.
¡Ojala encontréis inspiración en las imágenes que habéis visto para realizar futuros proyectos!

Me gustaría animaros a investigar, a que os olvidéis de las normas. a que cuando aparezcan:

 "LAS OTRAS MUESTRAS":


Adoctrinando sobre sus técnicas autenticas, no les permitáis que pongan límites a vuestra creatividad.

Os dejo con el mismo deseo de siempre:
¡FELIZ COSTURA!

¡OJALA VUESTRAS LABORES OS DEN TANTAS ALEGRÍAS COMO ME HAN DADO A MI LAS MÍAS!
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS POR VUESTRAS 

MUESTRAS DE CARIÑO




6 comentarios:

Bea dijo...

Oleeeeeeeeeeee

MARIA CRISTINA dijo...

Maravilloso trabajo!!!!
Me encanta lo que has logrado, pero sobre todo por el valor sentimental que albergan todos esos tesoros de tu familia.
Qué disfrutes mucho de la colcha.
Felicitaciones!!!
Muy buen fin de semana!!!!

DTODOCORAZON dijo...

Un trabajo maravilloso!! Y gracias Pepa por compartir el paso a paso de los detalles de tu manta.

DTODOCORAZON dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
JardindepatchworkdeRosa dijo...

Maravilloso trabajo , se nota que has puesto mucho amor ademas de una segunda oportunidad a la joya familiar.
Mi mas sincera felicitacion, fue un placer conocerte .

aliciaco61@g dijo...

cuando vi tu colcha en la exposicion me encato¡¡¡mi mama recorto los bordados que mi abuela tenia en las sabanas y tu entrada me da muchas ideas gracias por compartir alcia